domingo, 3 de agosto de 2008

Conceptos

En estos dias de solaz placiego, en los que el sol cae a plomo y lo que menos te apetece es sudar, surje un conflicto en el ámbito de la voluntad. ¿Entrenar o no entrenar?, esa es la cuestión. Cual Shakespeare cualquiera con shinai en mano, meditamos el asunto.
¿Cual es la respuesta correcta?, buena pregunta. En mi modesta opinión, creo que ambas. Si el cuerpo te pide entrenar, es que estas en forma y eres un yonqui de las endorfinas. Quieres más y ¿quien eres tú para negartelo?. En cambio, si no te apetece entrenar, tampoco es un delito. El descanso viene bien para la sobrecompensación y volver más fuerte a la nueva temporada. El período de abstinencia aumenta tus ganas de entrenar y la sensación de volver es más gratificante.

Ahora, si prolongáis demasiado el descanso es inútil. La sobrecompensación se convierte en bajada de forma y el período de abstinencia se transforma en desgana. A mal punto hemos llegado. Por eso es importante hacer un trabajo mental, por ejemplo, repasar conceptos y bases.
Cuando os coma la desidia, no tengáis nada que hacer, o simplemente cuando os apetezca, repasar vuestro Kendo. ¿Mi kamae es bueno?, ¿en que puedo mejorarlo?, y mi men... ¿que le falta?, ¿tirar menos de derecha y más de izquierda?, ¿y mi kote?, ¿y mi do?, etc...
Poneos en chudan, cerrar los ojos e imaginar el ataque perfecto, kikentai perfecto y zanshin infinito. Imaginarlo despacio, sin precipitación, e intentar sentir cada uno de los movimientos, hacerlos vuestros. No lo hagáis una sola vez, hacerlo durante un tiempo y disfrutarlo.
Cuando no seais capaces de visualizarlo claramente, hacer otra cosa, comer, siestear, daros un chapuzón, tomaros un helado... y cuando estéis otra vez inspirados, volved a colocaros en kamae y... disfrutar de vuestro Kendo.
Estas cosas se utilizan en muchas disciplinas, y otros campos de la vida y casi siempre con buenos resultados. La mente es capaz de condicionar nuestro cuerpo a realizar cosas que no sabíamos que eramos capaces de hacer.

Como dicen en el anuncio de "una famosa bebida isotónica": -El mundo está loco. No. El hombre, es extraordinario.

2 comentarios:

Galle dijo...

Pues si, yo creo que hay que dar lo que el cuerpo te pida, que quiere guerra pues hacer kendo, que pide dormir, que pide fiesta, que pide todo a la vez pues eso es mas complicado.

Bienvenido a la era...

Anónimo dijo...

Y pase lo que pase, no dejes de tirarles un buen kote a tus hamijos y hamijas cuando estén despistados.

Aunque te miren mal.